sábado, 10 de diciembre de 2016

GUIÓN TEATRAL (LOS ESCOLEROS)

GUION TEATRAL “LOS ESCOLEROS” 
En el pueblo de Ak’ola los estudiantes eran humildes y de bajos recursos económicos, pero tenían un gran talento en sus estudios, Bankucha el Ciprián mayor de todos les organizaba  a sus compañeros en diferentes roles de juegos que representaban  a los comuneros en los diferentes trabajos, así como mayordomo, capataz, jornaleros, cocineras , patrones, etc. Donde los niños contentos obedecían las ordenes  de Bankucha y escenificaban los trabajos asignados, además todos los escolares admiraban el trabajo realizado por los comuneros.

ESCENA I
Bankucha un día salió con su amigo Juancha a Wualpamayu:
JUANCHA: (Contento) ¡Qué lindo nuestro paseo! 
BANKUCHA: Ajajay con mi wicullo te reto a pelear. (Dentro de un rato, pensativo) ¡toma! Para cada uno.
JUANCHA:(Entusiasmado) ¡ya pues!
NARRADOR: Bankucha hiso un ademán y sin pensarlo rodó por un barranco hacia el rio.
JUANCHA:(Contento) jajaja venecho jódete… jajajayllas por sonso.
BANKUCHA:(Molesto)¡Que tienes! ¿De qué te ríes soy payaso o qué?
JUANCHA:(Riéndose) Jajajayllas ¿estás molesto creo que?
BANKUCHA:(Molesto) ¡Calla sonso! Voy a cortar más wikullos.
JUANCHA:(Burlándose) Pero se vuela tu wikullo me das pena jajaja….
BANKUCHA:(Amenazándole) ¡Mira sonso si siques fastidiándome mañana o pasado no te va ir igual vas a ser el primer wikullero en Ak’ola.
JUANCHA:(Asustado) Tu siempre serás el capataz de los escoleros.

II ESCENA
Se hizo de noche y se llenó de neblina y todos se dirigieron de sus chacras a sus casas con sus burros, perros, ovejas…
BANKUCHA:(Mirando a los comuneros) Dentro de ocho años más, Juancha, nosotros estaremos así como los comuneros con nuestras mujeres muchascha por delante.
JUANCHA: Claro somos Akolas…somos campechanos y valientes.
BANKUCHA: Aunque mira al taita ak’chi, es un cerro que levanta su cabeza a dos lenguas de Ak’ola en las noches recorre sus tierras don Ciprián lo confunden con el taita porque anda con su mayordomo don Jesús a vigilar sus tierras de noche.
JUANCHA:(Pensativo) ¿ Lo quieres al akchi?
BANKUCHA: Claro pues si es el guía de los comuneros con las vacas, verracos y a todos los animales, todos somos sus hijos del taita Akchi.
JUANCHA:(Con miedo) Mentira, nadie  es padre de los comuneros todos los comuneros, somos solos como la paja de la puna. ¿Quién nos defiende de los maltratos de don Ciprian? No creas en eso, el taita Akchi es upa, no oye, no escucha. Mejor vamos alcanzar a la gringa y a Teofanes.

III ESCENA
En el  camino la Gringa subía con Teofanes, muy cansados.
BANCKUCHA:(Molesto) Esperaaaaaaaaaaa.
JUANCHA: Gringaaaa…
TEOFANES:(Molesto) Ya ya carajo déjala suelta mi vaca déjala que está cansada, porque caminó mucho y mañana dará leche para todos los escoleros.
JUANCHA: Oye si tu vaca engorda.
TEOFANES: Esque come en la pak’cha es que esa alfalfa es más dulce.
BANKUCHA: Es cierto la tierra de Pacha es más dulce.
TEOFANES: Sabes Banku, don Ciprián quiere comprar mi vaca pero mi mamá no quiere porque es buena vaca. Hasta el mayordomo ha venido pero igual.
JUANCHA: ¿Y tú que dices?
TEOFANES: Ja caray la gringa es mía y si me quiere matar tiene que matarme primero.
BANKUCHA: Mejor no te acuerdes Teofacha vamos a bailar por la Gringa.

IV ESCENA
Empezó a anochecer y los tres maktillos se iban separando pero estaban dispuestos a todo por su vaca.Juancha se consideraba el más fuerte.
FACUNDACHA:(Preocupada) don Ciprián dice vas a ir, está, molesto.
TOMAS:(Preocupado) Ten cuidado Juancha don Ciprián está molesto, ahora pues.
CIPRIÁN:(Molesto) ¡Muchacho donde has estado desde las cinco te has desaparecido! ¡Contesta mocoso!
JUANCHA:(Asustado) He estado con Teofanes y Bankucha hemos jugado a la entrada del pueblo.
CIPRIÁN: Tú tienes que obedecerme porque tu padre me debe treinta libras. Me tienes que pagar con tu trabajo.
JUANCHA: Ya don Ciprian.
CIPRIÁN:(Molesto) No andes con Teofacha ese cholito dice que me amenaza pero su vaca será mía o si no convéncele que me venda la gringa y te dejo ir a la escuela.
JUANCHA: ¡Que le va vender la vaca don Ciprián! Si la adora y su madre también es otra que se hace de rogar.
CIPRIÁN: ¡Nunca más andes con Teofacha si no te haré latigar, puedes irte.

ESCENA V
Un día (Juancha) decidió ir a traer alfalfa para los becerros, del cerco del cerro llamado Jatunrumi, un cerro alto, donde se observaba todo el pueblo. Contento y feliz se sentía, pero se acordó de los viejos cuentos que cada cien años Jatunrumi se comía a una persona, y empezó a temblar de miedo, y comenzó a suplicar al cerro que no se lo comiera, en esos momentos pasaba Don Jesús el mayordomo de don Ciprián.
JUANCHA:¡Auxilio! ¡Comankuna! makta’cuna! achachay ayúdame Jesús.
JESUS:(Molesto),¿Juancha, Juancha, que haces ahí?
JUANCHA: (Gritó de alegría) Gracias por encontrarme Jesús, me libraste de que me comiera el cerro.
JESUS:(Enfurecido) So carajo ven aquí, ahora veraz como te castigo, malcriado, ya comprendo porque te has tardado...
JUANCHA:(Llorando) ¡No me pegues, por favor te lo suplico!.
JESUS:(Castigándolo) Toma toma carago. ¡Trae ahora mi cabestro carago!
JUANCHA:(Triste) Pero no te das cuenta como están sangrando mis manos y mis pies no puedo.
JESUS:(Pensativo)¡Bueno! ¡Sal y anda por delante!
JUANCHA:(Llorando) ¡No puedo ayúdame!
JESUS:(Molesto) Para desfogar mi cólera uno te voy a dar ¡toma como animal!
JUANCHA:-(Moribundo y llorando) Ay ayayáu.
JESUS:(Pensativo y asustado) ¡Carago, rabia, Juancha perdóname!
JUANCHA:(Con odio) Algún día me vengaré de estos desgraciados abusadores de los humildes y les haré pagar todo lo que me están haciendo. Yo soy hombrecito para sacar adelante y luchar por mí pueblo, no permitiré que Don Ciprián, abuse de la gente con sus animales, ya que los toma por la fuerza contra su voluntad, y ofreciendo  pagar el precio que a él le convenga
                                                         
                                                              ESCENA VI
CAYETANA: (Con rabia) Bien malo es ese don Jesús es una bestia mira cómo te dejó tus manitos.
JUANCHA:(Contento) No me duele, más bien soy bien hombrecito porque logré escaparme de Jatunrumi.
CAYETANA: (Llorando) No mientas Juancha te está doliendo.
Llegó a la cocina doña Josefa la patrona y esposa de don Ciprián.
JOSEFA:¡Aterrorizada) ¡ por Dios Juancha que te ha pasado!
JUANCHA: No es nada grave.
JOSEFA: Como que nada grave ven vamos a mi cuarto te voy a curar.
El cuarto era muy hermoso y lujoso con una cama muy grande y con techo de cúpula.
JOSEFA: No te preocupes Juancha el mayordomo Jesús se irá a la puna y vendrá todavía en cuatro días.
JUANCHA:(Contento) ¡Qué alegría!
JOSEFA: ¿Te alegras Juancha?
JUANCHA: Si mamay, usted es muy buena.
JOSEFA: En la noche vamos a cantar en el corredor
JUANCHA: No hay herida mamay solo ciento una alegría en mi pecho y mucha felicidad.
JOSEFA:(Contenta) Tienes que estar sentado todo el rato por tú herida.
JUANCHA:(contento)¡ No mamay ya estoy bien!
Juancha salió muy feliz y satisfecho.
JUANCHA:(Pensativo) Ojalá todos los días fueran así, cuando no está don Ciprián, porque cuando llega el siempre todos nos ponemos muy tristes porque ese desgraciado trae a muchos comuneros cansados y encima no les paga bien porque siempre sale robándose ¿Es un desgraciado!

ESCENA VII
Había sido un lindo día para Juancha, ahora estaba escuchando a don José y a don Tomás que se discutían haciendo reír a todos.
JOSÉ:(Riéndose) Huahua eres don tomas pareces pollito con tu trasero infladito.
TOMÁS:(Riéndose) Espera don José. No le han visto la cara de gato a este tío cuando está orinando ¡ja caraya! Bien serio como cura en oración se pone pero da risa ¡ahora mírenlo al pobrecito!
CAYETANA: ¡Vengan vamos a cenar!
JUANCHA: Qué lindo es cuando no está don Ciprián porque nos divertimos mucho con los chistes de estos comuneros.
Por las noches todos salían a bailar y cantar, incluso asían retos de quien bailaba mejor. Doña Josefa era la cantante y sobre todo era muy alegre.
CRISUCHA: Margaracha baila conmigo.
MARGARACHA: Ya pues ¡a ver quién gana!
JOSEFA: Ahora si voy a inspirarme cantando para todos ustedes:
No quieras hija mía a hombres de paso,
a esos viajeros que llegan de pueblos extraños.
Cuando tu corazón esté lleno de ternura,
cuando en tu pecho haya crecido el amor;
esos hombres extraños darán media vuelta y te dejarán.
Más bien ama al árbol del camino,
a la piedra que estira su sombra sobre la tierra.
Cuando el sol arda sobre tu cabeza,
cuando la lluvia bañe tu espalda;
El árbol te ha de dar su sombra dulce,
La piedra un lugar seco para tu cuerpo

JUANCHA: ¡Mamacha no cantes eso!
CAYETANA (Preocupada) Ya es de día mamita nos vemos mamita duerme bien
JUANCHA: ¡Mamita! ¿Por qué será tan perro don Ciprián? Le odio mamay, porque te pega en tu cara de mamacha, porque quiere llevarse a la Gringa hasta el extranjero, porque es perro y sucio.
JOSEFA:(Triste) Si, pero que vamos hacer así es mi destino.
JUANCHA: ¡Pero los indios te quieren, mamita! Comuneros saben que tu corazón es bueno. Para nosotros eres, no para don Ciprián.
JOSEFA: Yo soy para necesitados. Juancha. La –¡Mamacha Candelaria! Me bendecirá.
JUANCHA: Eso espero mamita.
JOSEFA: Mejor anda a dormir.

ESCENA VIII
Una mañana todos estaban alegres porque don Ciprian no venía. Bankucha gritó desde el corredor de la cárcel.
BANKUCHA:  ¡Mak'tillukuna: cuchi mansa! (Amansar chanchos).
Todos son veinte nueve. : cinco, con Juancha por chancho de doña Felipa; tres con Teofacha a la Amargura; tres a Bolívar; cuatro a Lampata... Yo con tres en el coso. ¡Yaque!
JUANCHA:(Contento) Yupi, que alegría no está ese chancho feo jajá.
ESCOLEROS:¡Juancha móntatelo al cuchi de doña Felipa, míralo como corre el flaquito, ajajay
BANKUCHA: ¡Ahora me voy a lanzar encima de este chancho!
JUANCHA: Vamos Banku.
BANKUCHA:(Atrapó al chancho) Abran carago la puerta.
ESCOLEROS: Viva el Banku patrón de todos los wikullos.
BANKUCHA:(Se puso a danzar como trompo)
ESCOLEROS: Jajay,¡ Banku te queremos!
Pero en ese silencio sonó fuerte y clara la voz borrachosa de don Simón Suárez, Alcalde de Ak'ola
SIMÓN: -¡Indios! ¡Carajo!
TEOFACHA: ¡Borracho está el Misti maldecido!
Don Simón quiso venir hacia nosotros, pero bajó mal las gradas de la tienda, se cayó de cabeza y se rompió el hocico en la piedra. Todos los comuneros se rie­ron.

ESCENA IX
CIPRIÁN:(Apurado) ¡Juancha-Juancha! -¡Juancha! ¡Juancha!
JUANCHA: ¡Ahorita le abro!
Don Jesús hizo reventar su zurriago y echó un ajo indio. Primero entró al patio un burro, después, el bulto blanco, grande y largo: era una vaca.
JOSEFA:-¿Cómo te ha ido Ciprián?
CIPRIÁN: (Cansado y tranquilo)-Bien, hija. Pero no traigas luz, no hay necesidad. Jesús, desensilla las bestias, y que Juancha las arree hasta el canto del pueblo; que las enderece a la pampa, que no se vayan al camino de la puna.
JUANCHA:(Asustado) ¡Si señor!
JESÚS:(Desensillando las vestías) ¿Qué tal pues, Juancha? Seguro has jugado estos días. ¿No?
JUANCHA:(Nervioso) Un poco, don Jesús. Poco "daño" han traído ahora de las punas, don Jesús?
JESÚS: -Lo que has visto no más. Quítale la montura a mi mula. Y anda a votar estás vestías al corral.
JUANCHA:(Asustado porque se les escaparon) ahora si me van a gritar no sé dónde se han escapado pero ojo que estén por ahí.
-¿Por qué el patrón ha regresado de noche, como 'nunca? ¿Por qué ha traído dos animales no más?
(Asustado y pensativo)¿Pero ah y la gringa dónde está?
Juancha corrió a ver a la Gringa y efectivamente la encontró. Y le daba ganas de avisar a todos pero se presentó doña Cayetana.
JUANCHA:(Preocupada) A la Gringa de Teofacha se la han traído de "daño".
CAYETANA: -¿Le has mirado bien, mak'ta?
JUANCHA: Está muy oscuro. Pero es vaca, mamaya, grande, blanca, como la Gringa de Teofacha.
CAYETANA: Capaz no es la Gringa, Juancha. Aunque sea principal, de chacra extraña, no saca animal de otro.
JUANCHA: Mamita, ¿de verdad crees que don Ciprián respeta chacra de otro?
CAYETANA: De día hubiera arreado a la Gringa. De noche, como ladrón, no.
JUANCHA:(Triste)¡Mamita estoy seguro que es la Gringa!
CAYETANA: Dios quiera que no Juancha.
                                                      
ESCENA X
En Ak’ola amanecían para sufrir. Don Ciprián, su dueño, desde la salida del sol, empezaría a echar ajos a todos los comuneros. Sólo los pichiuchas eran alegres, cuando el principal estaba en el pueblo.
JUANCHA: (Asustado) ¡Teofacha, Teofacha! ¡La Gringa creo está en el corral de don Ciprián!
TEOFACHA:-(Asustada y temblando) Vamos Juancha algo ha pasado no he visto bien.
JUANCHA: (Llegando a la pared donde estaba encerrado la Gringa) Solo veo a la gringa echadita.
TEOFACHA:(Triste) ¡gringa! ¡Gringa! Si es mi gringa.
JUANCHA: (Molesto) Macho no más Teofacha, nosotros somos wikulleros valientes. Oye, Teofacha; ahora, temprano, el patrón va a ir a Tullupampa; nosotros le vamos a esperar en el barranco de Capitana; solo va a ir; don Jesús tiene que llevar peones a K'onek'pampa, al barbecho. Con wikullo de piedra se puede romper calavera de toro bravo también. ¿Qué dices?
TEOFACHA:(Enfurecido enrabiado, deci­dido a matar) ¡Tienes razón Juancha hay que vengar la muerte de don Pascual a quien variaron sin compasión ese don Ciprián porque se trató de revelar contra él.
JUANCHA: Nosotros seremos los héroes de Ako’la. –¡A Satanás le vamos a tumbar!
                                               
                                                     ESCENA XI

Como a los indios de Lukanas, don Ciprián recibió a la viuda; parado en el corredor de su casa.
CIPRIÁN–(Despreciándola)Tu vaca ha comido en mi potrero, y por la lisura cobro veinte soles –gritó antes que hablara la viuda.
VIUDA:(Molesta)¿En qué potrero, don Ciprián? La Gringa ha estado en mi chacra.
TEOFACHA:(Le tapó la boca)! Déjale mamitay!
VIUDA:(Con ganas de arañar al patrón) ¡Talacho, ladrón!
TEOFACHA:(Decidido) Vámonos mamita tengo un plan.
CIPRIÁN:(Asustado y tembloroso) ¡Juancha! ¡Juancha! dile a la viuda que le daré Dile a la viuda que le voy a mandar ochenta soles por la Gringa. De verdad la Gringa no ha hecho "daño" en mi potrero, pero como principal quería que doña Gregoria me vendiera su vaca, porque para mí debe ser la mejor vaca del pueblo. Si no, de hombre arrearé a la Gringa hasta Puerto Lomas, junto con el ganado. ¡Vas a regresar ahí mismo!
JUANCHA:(Pensando) Nunca le van a vender la gringa ya veremos. Pero de todas maneras que me quedan tendré que ir.
La viuda y Teofacha se iban a su casa pero juancha les alcanzó
Doña Gregoria: (Asustada) Oye dice don Ciprián que te va a dar ochenta soles por tu vaca. Dice que de verdad no ha hecho "daño" solo quiere tener la mejor vaca del pueblo. Si no le vendes dice va a llevar a la Gringa hasta el extranjero
TEOFACHA:(Molesto) – ¡Talacho!–de mierda. 
JUANCHA:(Se fue a contar a don Ciprian) ¡la viuda no quiere. Dice eres talacho, don Ciprián!
CIPRIÁN:(Enfurecido) A sí que talacho ahora si van a ver de lo que soy capaz.
Don Ciprián se acercó hasta la Gringa; sacó su revólver, le puso el cañón en la frente le hizo reventar dos tiros. La vaca se cayó de costado, y después pataleó con el lomo en el suelo.
JUANCHA:(Llorando) – ¡K'anra! Es usted don Ciprián 
CIPRIÁN:(Molesto) Cállate mocoso, mejor me largo 
JUANCHA:(Gritando y llorando) ¡Mamacha, Gringacha! No te mueras. Yo me voy a morir contigo.

ESCENA XII

Ese mismo día don Ciprián llevó a Juancha y a Teofacha a la cárcel, metiéndolos en una celda fría y llena de paja, con indios quienes le miraban sorprendidos.
I INDIO:(Sorprendido) Mira, son Teofacha y Juancha los mejores escoleros.
II INDIO:(Preocupado) Es cierto son grandes wikulleros y mira donde han caído.
JUANCHA:(Llorando) Mira Teofacha todos nos tienen lastima.
TEOFACHA:(Con odio) Es verdad.

Al pasar los años don Ciprián cometió muchos abusos e injusticias con toda la gente hasta que llegó el día de su muerte donde fue despedido por todos, con un ataúd bañado de oro de color negro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario